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viernes, 12 de septiembre de 2014

Modelo clínico de la atención.

La atención es una función cerebral cuya finalidad es la selección de, entre la multitud de estímulos sensoriales que llegan simultáneamente y de manera incesante al cerebro, aquellos que son útiles y pertinentes para llevar a cabo una actividad motora o un proceso mental (Muñoz–Tirapu, 2001).
Diversos autores (Cohen, 1993; Sohlberg y Mateer, 1989) han descrito modelos clínicos de la atención basados en la investigación experimental y en la observación clínica de los pacientes con daño cerebral en distintos niveles de recuperación. 

Por su relevancia y utilidad clínica en la evaluación y rehabilitación neuropsicológica, vamos a pasar a describir sucintamente el modelo clínico de la atención (Sohlberg y Mateer, 1989), modelo jerárquico que divide la atención en los siguientes subprocesos:

 
  • Arousal. Es la capacidad de estar despierto y de mantener la alerta.
  • Atención focal. Habilidad para enfocar la atención a un estímulo visual, auditivo o táctil.
  • Atención sostenida. Es la capacidad de mantener una respuesta de forma consistente durante un período de tiempo prolongado.
  • Atención selectiva. Es la capacidad para seleccionar, de entre varias posibles, la información relevante a procesar o el esquema de acción apropiado, inhibiendo la atención a unos estímulos mientras se atiende a otros.
  • Atención alternante. Es la capacidad que permite cambiar el foco de atención entre tareas que implica requerimientos cognitivos diferentes, controlando qué información es procesada en cada momento.
  • Atención dividida. Capacidad para atender a dos cosas al mismo tiempo.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Dormir directamente después de aprender algo nuevo es beneficioso para la memoria.

Una investigación de la Universidad de Notre Dame muestra que dormir un poco después de aprender un nuevo material es más beneficioso para el recuerdo.


La psicóloga Jessica Payne y sus colegas estudiaron a 207 estudiantes que habitualmente dormían durante al menos seis horas por noche. Los participantes fueron asignados al azar para estudiar pares de palabras declarativas, semánticamente relacionados o no relacionados a las 9 am o 21:00, y regresaron para la prueba 30 minutos, 12 horas o 24 horas más tarde.