No puedo, no sirvo para estudiar, ayer me lo sabia todo, que me pasa, me bloqueo, que
puedo hacer. Estos son algunos de los comentarios que los pacientes me transmiten en la
consulta a diario y que han motivado este post.
Para comprender la neuropsicología del TDAH, es necesario conocer conceptos funcionales
como la Memoria Operativa: Actualización y mantenimiento de la información durante un periodo corto de tiempo y las Funciones ejecutivas (FE): entendidas como las capacidades que permiten llevar a
cabo una conducta eficaz, creativa y socialmente aceptada (Lezak,1986).
En este sentido, el funcionamiento ejecutivo de los niños con TDAH esta alterado, debido a los
deficits en los componentes ejecutivos
de inhibición (cognitiva y conductual) y actualización
(manipulación activa de la información) que padecen y que se ven reflejados en las dificultades
que tienen a la hora de; prestar atención de una manera continuada ante tareas aburridas o
monótonas, seleccionar que información relevante deben atender y cual ignorar, así como,
autorregular su comportamiento.
En cuanto al rendimiento en tareas de memoria verbal se refiere, las dificultades en tareas de
recuerdo libre (examenes de desarrollar) mostradas por los niños con TDAH están asociadas a
déficits en los componentes estratégicos de la memoria relacionados con el funcionamiento
frontal, que se manifiestan a la hora elaborar estrategias de codificación y recuperación activa de
la información de manera espontánea y que son características de los pacientes disejecutivos.
Pero que a su vez, se benefician de claves semánticas en tareas de reconocimiento.
Teniendo en cuenta lo anterior, creo que su rendimiento en tareas de memoria mejoraría con tareas de
reconocimiento (exámenes tipo test) y esto redundaría en una mejor percepción de su capacidad
para realizar los exámenes (autoeficacia) que contribuiría a mejorar su percepción sobre si
mismos (autoestima).
Para finalizar me gustaría señalar que, el entorno educativo y sus profesionales, el contexto
familiar y los profesionales del ámbito clínico, representan unos pilares fundamentales en el
desarrollo del potencial cognitivo-ejecutivo de los niños con TDAH.
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